En la época victoriana se usaba cualquier color -exceptuando el negro, asociado al luto, y el rojo asociado al libertinaje - para confeccionar el vestido de novia, fue en 1850 cuando la reina Victoria de Inglaterra eligió el color blanco para su vestido de novia. Luego todas las novias imitaron la decisión de la Reina y empezaron a encargar sus vestidos en ese color; fue así como el color blanco se convirtió en el color por excelencia de las novias, simbolizando inocencia y pureza.
Ahora el color de las novias modernas y arriesgadas es el rosa candy, el rosa muy clarito. Es muy favorecedor y da un toque de dulzura a cualquier look. Es delicado, naif y sofisticado.
La prestigiosa disenadora Vera Wang presentó en su última colección varios modelos en este color transmitiendo sofiticacón, tendencia y sensualidad.
Llevar un toque rosa, o, para las más osadas, el vestido de color rosa es una tendencia que cada vez está marcando más fuerte para el otono 2015, os atrevéis, qué os parece?
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